Soñar con Adolescente

Soñar con un adolescente significa vitalidad. En ese sentido, también representa la rebeldía y las energías que no se depositan en algo concreto. Cuando el soñante se ve adolescente, indica escasa aceptación de la realidad, inmadurez. Si en el sueño un adolescente es tu hijo, presagia conflictos dentro de la familia, problemas que cuesta solucionar. Si una mujer sueña con un adolescente, le alerta de dejarse llevar por falsas apariencias. Si un hombre sueña con un adolescente, va a sugerir que sus deseos sexuales aún no encuentran el objeto que buscan.

Soñando con un adolescente muy inquieto se representa una señal de inestabilidad o nerviosismo ante algo nunca realizado. Un adolescente significa inexperiencia, impaciencia o falta de responsabilidad ante algunas situaciones. Soñar con un adolescente que grita al hablar augura una respuesta poco seria de su jefe ante un criterio o juicio de su persona hacia la compañía y el trabajo que realiza. Si sueña con un adolescente muy callado y apartado de su grupo deberá borrar todo comportamiento infantil con una persona que se ha dedicado a su persona sin medida.

Precisamente, este sueño juzga, valora y exige a su identidad interior más calidad humana y mayor compromiso con su mundo y su gente. De ahí que sea prudente interpretar cuidadosamente esta premonición siempre.

Soñar con un adolescente representa la ocurrencia de algo que pondrá en juicio su experiencia y su sabiduría ante colegas, amigos y familiares. También, podría expresar un aspecto de su yo interior que se ha perdido por asuntos de amores o pasiones. Si sueña con un adolescente que viste de forma llamativa en un lugar público deberá controlar su entusiasmo ingenuo ante el atractivo de una persona. Por otra parte, soñando con un adolescente que corre intranquilo por la calle se aconseja no perder su sentido agudo de la responsabilidad de su trabajo o la vigilancia de la calidad de sus esfuerzos.

Por lo tanto, este sueño es un consejero magnífico para rectificar a tiempo algún desajuste en su vida tranquila y próspera. Para ello, todo debe evitarse o hacerse muy bien, sin daños o perjuicios a nada ni a nadie.